La Plataforma de afectados por el trazado del gasoducto analizará mañana con su abogado, Raúl Bocanegra, qué pasos dar una vez que Gas Natural Fenosa ha vuelto a iniciar la tramitación administrativa del proyecto. El gasoducto lleva dos años en servicio, pero el pasado 30 de noviembre el Tribunal Supremo anuló el proyecto y la autorización para construirlo como consecuencia de la demanda presentada en su día por el Concello de Barreiros en nombre de la plataforma de opositores al trazado (formada mayoritariamente por vecinos de Barreiros y Ribadeo).

A raíz de aquel fallo, desde la plataforma se sostuvo que el gasoducto quedaría definitivamente anulado en el caso de que solicitaran la ejecución de la sentencia, abriendo las puertas a una posible negociación. Por su parte, Gas Natural Fenosa manifestó que la anulación se debía a un defecto de forma en el procedimiento administrativo para conseguir las licencias, por lo que pediría una nueva autorización. Y es lo que ha hecho, ignorando a la plataforma. El primer paso fue exponer las listas de las más de 1.800 propiedades que se expropiaron y dando un plazo para alegar. Lo que va a hacer Gas Natural Fenosa es repetir todos los pasos ya dados, con la pretensión de que le autoricen de nuevo la obra, descartando absolutamente tener que construir un nuevo gasoducto cambiando el trazado. Al contrario, asegura que este fallo no afecta ni afectará a sus clientes ni a su servicio.

Ahora queda por ver la respuesta de la otra parte, la plataforma. A la espera de la reunión con su abogado, hay un evidente y lógico desconcierto, pues no está claro qué pasos tienen que dar ni con qué fin. El alcalde de Barreiros, Alfonso Fuente, manifestó ayer que acudirá a la reunión: «Parece que Gas Natural ten presa por tramitar de novo todo o proxecto. Imos mirar e ver que se faga todo ben», manifestó ayer.

El abogado Raúl Bocanegra tiene amplia experiencia en este tipo de contenciosos. Ya hace años representó a los vecinos de Otur, en el Occidente asturiano, que se oponían al trazado de la autovía del Cantábrico, logrando finamente que el Ministerio de Fomento lo cambiase.