Como ocurrió otros años, los temporales de mar han retirado enormes cantidades de arena en varios puntos de la costa de A Mariña y el Occidente asturiano. El efecto del mar es especialmente visible en Arealonga, la playa de Barreiros de casi un kilómetro de longitud, que se ha convertido en un pedregal. Ya pasó otros años y en algún momento incluso se planteó algún tipo de intervención para regenerar la playa, desestimada finalmente por ser muy improbable que surtiese efecto. Reciente está el caso de la playa de Covas, donde el mar también se llevó toda la arena que se había depositado para proteger la zona de los envites de las olas. En Arealonga solo cabe confiar en una regeneración natural.