Las playas de Barreiros están siendo este verano objeto de polémica. Lo fueron por la renuncia del alcalde a solicitar las banderas azules; después, iniciado el estío, por la escasez de socorristas en los arenales, algunos de los cuales quedaron sin vigilancia, y el último motivo son los vertidos de aguas a la playa de Arealonga.

De forma paralela a la campaña de concienciación ambiental desarrollada por el Concello, instando a los bañistas a recoger la basura y depositarla en los contenedores correspondientes, un grupo de vecinos, a los que se fueron sumando visitantes, decidieron colocar ayer carteles en la playa de Arealonga, en el arroyo que vierte las aguas de la depuradora de Reinante, advirtiendo del peligro que suponen cuando llegan sin depurar. Los carteles, con todo humorístico, dirigen mensajes al alcalde y al concejal de Medio Ambiente, y tal y como ellos pide a los ciudadanos, les recuerdan que «non se pode botar porquería nas praias».