La Aplu derriba en Barreiros una casa sin licencia de un palista sin empleo
El organismo autonómico abrió más expedientes en la zona a otras viviendas en suelo rústico
Tareas para el desalojo y derribo del inmueble en Barreiros. JOSÉ Mª ALVEZ
Jueves 22 de Octubre de 2015 | Isabel García | Barreiros
Los trabajos de demolición de una vivienda construida hace 15 años, a 150 metros de la playa de Lóngara, en Barreiros, empezaron este miércoles con la presencia de agentes de la Policía Nacional, de la Autonómica y funcionarios de la Xunta, principalmente de la Axencia de Protección de la Legalidade Urbanística (Aplu). El inmueble pertenece a un palista de Navia actualmente desempleado. Muy pocos vecinos se acercaron a apoyarle, pese a que el alcalde, Alfonso Fuente, reconoce que «en Reinante constan más expedientes abiertos por la Aplu, por casas que pueden ser también demolidas al carecer de la licencia ».
La pequeña vivienda, ubicada en una finca de 400 metros en la que Santiago López lleva 200.000 euros invertidos, se construyó sobre suelo rústico. «Igual que otras muchas que están al lado, en las que incluso ahora hacen obras», constata, indignado. El regidor confirma que esa calificación pesa sobre todo el litoral de Lóngara, excepto sobre «quien tiene la licencia anterior al año 2002».
Derriban una vivienda sin licencia en Lóngara, Barreiros
El dueño asegura que no se esperó por su recurso en la Audiencia
BARREIROS / LA VOZ, 22 de octubre de 2015. Actualizado a las 13:27 h.
La Agencia de Protección da Legalidade Urbanística inició ayer la demolición de una vivienda unifamiliar en Barreiros, en las inmediaciones de la playa de Lóngara, ejecutando así un expediente de reposición de la legalidad, pues la casa no tenía licencia y se edificó hace 15 años en suelo rústico. Su propietario, Santiago López Suárez, vecino de la localidad asturiana de Navia, adquirió la parcela de unos 400 metros cuadrados para construir una segunda residencia de vacaciones, como hicieron muchos otros. Dice que en el inmueble ha gastado más de 250.000 euros y, reconociendo su error por edificar sin licencia, lamenta que «todo los intentos que hice para legalizarla no sirvieron. Gasté en ello mucho dinero, pero nada».
La casa es de una planta, de 80 metros cuadrados: «A mí me la tiran y resulta que justo al lado hay otra en la que están haciendo obras. Y no pasa nada. Hay casas arriba, abajo, a izquierda y derecha… pero tiran la mía, aunque estoy seguro de que muchísimas de las viviendas que hay por la zona están en la misma situación que la mía». Asegura que su expediente se abrió sin mediar denuncia alguna de un particular y se pregunta por qué a él.
También lamenta que no se esperase a que se resolviese el recurso que presentó el pasado 2 de octubre en la Audiencia de A Coruña: «Cuando llegaron aquí por la mañana debía haber unas sesenta personas, que esa es otra; dos furgones de la policía, Guardia Civil, Policía Autonómica, funcionarios de la Xunta… ni que fuese un delincuente, se pusieron dos policías en la puerta y me dijeron que no podía entrar, que no podía estar allí y que no iban a esperar por el recurso»
La notificación definitiva de la demolición la recibió a finales de septiembre. Ahora, dice que esperará a ver cómo se resuelve el recurso de la Audiencia para decidir qué pasos dar.