“Hay dos socorristas para una playa enorme en marea baja”

“Hay dos socorristas para una playa enorme en marea baja”

Playa de Coto, en Barreiros. AMA
 Playa de Coto, en Barreiros. AMA
La mujer salvada el lunes en Coto tras adentrarse en el mar para ayudar a su hija cree que es imposible que abarquen todo y que la gente se sienta segura

La mujer salvada el lunes en Coto tras adentrarse en el mar para intentar sacar a su hija, que se vio arrastrada por la corriente, asegura que “hay dos socorristas para una playa que en marea baja es enorme, donde no se abarca ni la tercera parte de la misma”. La afectada considera que así los turistas y los vecinos no pueden sentirse seguros, “no es la manera “, indica, poniendo de esa forma de manifiesto la insuficiencia de estos profesionales.

La rescatada ofrece su versión de lo acaecido el lunes. Dice que su hija se bañaba con una amiga en una zona de playa de Coto no acotada para surfistas, en la parte central. “El agua le daba por la cadera cuando una ola la arrastró hacia dentro del mar y al incorporarse, su amiga fue incapaz de darle la mano para socorrerla. La corriente que había en ese lugar, sin delimitar con ninguna señal que indicase su peligrosidad, ayudada por la bajada de la marea, la arrastró cada vez más”.

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Añade que al pedir auxilio, un hombre que se bañaba en la zona acudió en su ayuda, “cosa que la agradezco de todo corazón”. La madre indica que ella no estaba en el mar, sino que al ver a su hija cada vez más lejos y que no aparecía ningún socorrista, se lanzó al mar “sin pensar, porque mi instinto como madre fue el de querer salvarla”. Relata que la corriente la arrastró a ella hacia el lado contrario “y con el ataque de ansiedad y la angustia era incapaz de avanzar”.

“Mi amiga y su hija, al mismo tiempo que yo iba hacia el mar, corrieron para avisar en el único puesto de socorristas que había a unos 300 metros, y los bañistas avisaron a los surfistas, que estaban en su zona acotada, para que nos auxiliaran. El chico que acudió a rescatar a mi hija se mantuvo con ella tranquilizándola hasta que llegaron los surfistas, que también me auxiliaron a mi manteniéndome en la tabla”.

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La mujer indica que cuando su hija y el hombre estaban cerca de la orilla aparecieron los dos socorristas que por los walkie avisaban a la zódiac, que rescató al chico, pues la corriente le arrastró de nuevo cuando estaba aproximándose a la orilla. Uno de los vigilantes recogió después a la mujer que seguía en la tabla. Tras el rescate colocaron bandera roja, aunque no se delimitó la zona como peligrosa, dice, “lo que puede poner en peligro a futuros bañistas”, piensa.