El temporal deja su huella provocando estragos en zonas costeras y playas

El temporal deja su huella provocando estragos en zonas costeras y playas

En Covas se vivieron momentos de alarma y en Altar el nivel ha bajado tres metros

J.A.M.C.
VIVEIRO / LA VOZ

El temporal, con fuertes vientos y especial incidencia en el mar, pasó por A Mariña dejando su huella en diferentes puntos de la costa y ocasionando estragos en el Occidente astur, donde ayer durante todo el día se decretó la alerta roja con olas que superaron los siete metros. Los lugares como Covas, en Viveiro, se vivieron momentos de tensión coincidiendo con las pleamares, en la madrugada y ayer sobre las cinco de la tarde. El mar hizo que la arena de la playa urbana invadiese el paseo marítimo y se adentrase hasta varias calles, en escenas que ya son habituales por la degradación de la playa y que seguirán a la espera de la solución avanzada por Portos, aunque habrá que ver si es eficiente: el trasvase de 30.000 metros cúbicos de arena de O Cembedo a Os Castelos.

Las incidencias por el fuerte mar salpicaron con mayor o menor incidencia a toda la costa. Barreiros, con sus ocho kilómetros de playas, fue uno de los concellos donde se apreció más el impacto. En la de Arealonga, el mar introdujo arena hasta la carretera costera y en el río de Remior, taponando los puentes. Operarios de la empresa de mantenimiento contratada por la Diputación se encargaban ayer por la mañana de liberarlos, como hicieron en otros municipios. El mar se llevó la bajada de la playas de A Pena da Salsa y la pasarela del río Remior. Pero donde más se notó el efecto fue en la degradación que han experimentado muchos arenales. Un caso significativo es la playa de Altar, en Barreiros, donde según testigos presenciales el nivel de arena en algunos puntos se ha rebajado unos tres metros. El mar se llevó por delante espacios de las zonas dunares de Altar. Y la playa de Arealonga vuelve a presentar la apariencia de un enorme pedregal.

También se registraron daños en algún inmueble en la playa de O Torno, en San Cibrao, y en Esteiro (Ribadeo) el mar superó la carretera de la costa e introdujo arena.

Foz cerró el acceso al espigón de la playa de A Rapadoira para evitar riesgos

El fuerte oleaje también se dejó sentir en la entrada al puerto de Foz y en la playa de A Rapadoira, donde ayer aparecieron esparcidos ramas y árboles arrastrados por el mar. Para evitar riesgos, el Concello focense ordenó cerrar el acceso al espigón que bordea el arenal con el objetivo de que ningún peatón llegara a la zona más próxima al mar. Esta medida se adopta en Foz cada vez que hay alertas de temporal en el mar. Fue precisamente en este punto donde hace años una gran ola arrastró a un adolescente que iba en bicicleta.

Fisonomía de las playas

El temporal se dejó sentir en las playas del municipio, adonde el mar arrastró numerosos restos de vegetación. La fuerza del agua del mar cambió por completo la fisonomía de alguno de los arenales del municipio, ya que el mar arrastró importantes cantidades de arena.