La loca nueva realidad deportiva en plena pandemia provoca situaciones tan extrañas como el mes y medio de parón al que se enfrentan los equipos del grupo Norte de la Tercera División de fútbol sala en Galicia. Por la renuncia a competir de tres conjuntos y la jornada de descanso que ya estaba prevista al sortearse el calendario con u número de contendientes impar, el Praias de Barreiros estuvo sin competir desde el 16 de enero hasta el 28 de febrero. Lo más curioso es que, lejos de acusar semejante parón competitivo, el cuadro mariñano consiguió en su vuelta el primer triunfo de una campaña que había arrancado con siete derrotas consecutivas.

Tras vencer 0-3 al Pontedeume, los de Juan Fernández, que son colistas, tratarán de continuar con su reacción esta tarde, en la visita del Vilalba (Municipal de Barreiros, 18.30 horas). «En la primera vuelta nos ganaron 8-3. Fue el equipo que mejor nos ganó, aunque fuimos con poca gente. Ahora vamos a tener una rotación mucho más amplia, y la nuestra es una cancha muy difícil, aunque esta temporada nos estemos siendo capaces de sacarle provecho», explica el entrenador mariñano sobre un rival que marcha tercero, es el segundo más goleador (40), el segundo menos goleador (21) y sufrió una única derrota.

«Nos vino muy bien el parón», cuenta Fernández. «Solo nos dimos una semana de descanso porque las cosas no estaban saliendo, necesitábamos desconectar, pero luego hicimos muy buenos entrenamientos. Por fin pudimos trabajar con casi todos los efectivos, en una temporada en la que no estábamos pudiendo por lesiones y otros problemas», añade el técnico del Praias.

Consciente de que se jugarán la permanencia en Tercera durante la segunda fase, Fernández no pone objetivos más allá de competir cada fin de semana y mejorar sensaciones: «Estamos entrenando muy bien y no pensamos más allá que en salir cada sábado a competir bien». Tras vencer a su rival más inmediato en la tabla, un Pontedeume que tiene seis puntos -tres más que los mariñanos-, ahora no descartan dar la sorpresa ante el potente Vilalba.

Tras más de un mes sin competir, los barreirenses disfrutan del fútbol sala y se ven con opciones de salir del pozo: «Es una liga atípica, pero los chavales están felices de seguir disfrutando de este deporte. Desde el primer momento tuvimos claro que queríamos competir y están siendo responsables. De momento, no hemos tenido ningún positivo».