El Espigón Playa de Altar es la arena en el zapato

El espigón es la arena en el zapato

Puede ser una imagen de costa y océano
 Zona donde se proyecta la obra. JOSÉ Mª ÁLVEZ
La posibilidad de que Costas construya un espigón en el arenal barreirense de Altar para tratar de proteger una parte de la playa de la pérdida de arena y de la erosión de la zona litoral levantó una gran polémica vecinal, mayoritariamente contraria a su ejecución

El PROYECTO de construcción de un dique en la playa de Altar, en Barreiros, está levantando una gran polémica vecinal. Costas lo presenta por segunda vez pero aún deberá ser retocado y reexaminado, aunque la realidad es que la mayor parte de las voces que se pronunciaron sobre él son contrarias a su construcción.

1. ¿De dónde nace la necesidad del espigón?


Los problemas en la playa de Altar no son nuevos en absoluto, pero fue en los años 90 cuando comenzó a verse que en algunos años concretos en los que el mar trabajaba de forma especial había horadado el litoral hasta poner en peligro la estabilidad de algunos chalés, los más pegados a la costa. Luego, la arena iba y venía del arenal. Tras varias intervenciones, todas fallidas y multimillonarias (entonces en pesetas) se hizo este proyecto en torno a 2007 ya por el actual personal de la Dirección General de Costas que posteriormente, en 2010, se presentó oficialmente al Concello, que lo rechazó.

2. ¿Cuáles son los efectos que implicaría en la playa?


Lo primero que es necesario saber es que ni los propios responsables de Costas, con José Miguel Estevan al frente, garantizan nada en ningún momento. Es decir, no es totalmente seguro que el espigón vaya a solucionar los problemas de la playa de Altar. En cualquier caso, la idea es proteger la parte que va desde los chalés denominados popularmente de Os Fortunatos, donde hay una bajada a la playa, hasta el otro extremo del arenal en dirección Ribadeo. El resto de la playa y la ría quedarían como están o en función de cómo les pueda afectar la obra, algo que también podría suceder.

3. ¿Cómo es la mecánica de las corrientes en esa zona?


Los estudios que se realizaron para conocer los motivos de la erosión muestran que las corrientes van desde Punta Anguieira a Punta San Bartolo en dirección Foz-Ribadeo, pero al llegar a San Bartolo giran y vuelven hacia Foz. Es esa corriente de vuelta la que arrastra la arena de Altar y la mete en la ría, lo que explica por qué la arena falta en Altar pero colmata la ría. El espigón no solucionaría al completo esta dinámica porque no abarcaría toda la zona completa de la playa.

4. ¿Cómo es el espigón que tanto se critica?


El espigón tiene unos 6,5 metros de cota, pero eso no significa que sea esta altura la que sobresalga de la arena, ya que saldrán unos 50 centímetros en la parte de San Bartolo y más en la parte hacia Foz. Su longitud son 190 metros.

5. ¿Por qué se hace con esas dimensiones?


La razón es que las mediciones realizadas indican que en los momentos en los que hay olas más altas alcanzan algo más de cuatro metros de altura. Se sube la cota hasta seis y medio porque se entiende que el mar podría llegar hasta ahí en circunstancias excepcionales. Pero también se tiene en cuenta el propio efecto del espigón sobre la arena, ya que se conseguiría que hubiese más, que actuaría como defensa de la costa, aunque eso también haría que del lado de la ría el espigón tuviese mayor visibilidad porque la acumulación de arena sería menor.

6. ¿En qué situación se encuentra el proyecto?


Al contrario de lo que gran parte de la gente piensa, está en un punto de tramitación puramente administrativo. Es decir, no se plantea ni por un momento que a corto ni a medio plazo vayan a empezar a trabajar en la playa de Altar unas excavadoras. Por ahora, lo único que hizo Costas fue darlo a conocer de nuevo y exponerlo al público, pero después de eso tendrá que ser sometido a contraste con variados departamentos oficiales, pero también sociales, como colectivos en defensa del patrimonio. Cada departamento administrativo puede ir incluyendo modificaciones hasta fijarse un proyecto definitivo que es el que, finalmente, se ejecutaría. Para eso faltaría como mínimo entre dos y tres años.

7. Con esa provisionalidad, ¿por qué se habla ya de un presupuesto?


El presupuesto de 3,5 millones de euros del que se está hablando es una estimación realizada por Costas, pero que en ningún caso está cerrado ni es definitivo.

8. ¿Cuáles son las reacciones oficiales hasta el momento?


Este es uno de los puntos más curiosos por ahora, ya que a día de hoy la única Administración que se pronunció sobre el proyecto fue la Dirección General de Costas, que lo puso sobre la mesa de nuevo tras una década. Este diario pudo constatar que lo hizo sin el conocimiento, al menos a fondo, de la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez. Públicamente tampoco se dio una explicación al respecto. De modo que la Subdelegación, entidad de la que depende directamente Costas del Estado, no hizo ningún pronunciamiento, como tampoco lo hizo nadie del gobierno municipal de Barreiros, pero tampoco desde el PSOE, en el Gobierno nacional. El portavoz municipal del PP de Barreiros, José Manuel Gómez Puente, sí indicó que se oponen a un proyecto que considera “unha agresión” a la Pena de Altar, que calificó de un monumento natural con una gran importancia sentimental para los barreirenses.

9. ¿Cómo marcha la respuesta vecinal?


Las opiniones en torno a este proyecto parecen ser mayoritariamente contrarias a su ejecución. La recogida de firmas para que no se lleve a cabo que se está haciendo en la plataforma online Change.org anda por los dos millares. Es justo decir también que hay gente que se muestra preocupada por la erosión costera y por la propia playa y que considera que si se puede proteger con el espigón, lo apoya. Sin embargo, estas voces hacen mucho menos ruido y son mucho menores que las otras, que se fueron organizando en torno a colectivos muy variados. El más significativo, uno de vecinos de la propia zona.