El círculo lítico de Barreiros, de hace unos 4.500 años, es el primer «henge» que se descubre e investiga en Europa fuera de las islas británicas

A Roda, el Stonehenge gallego

El círculo lítico de Barreiros, de hace unos 4.500 años, es el primer «henge» que se descubre e investiga en Europa fuera de las islas británicas

JOSÉ ALONSO barreiros / la voz, 31 de julio de 2015. Actualizado a las 05:00 h. 2

XAIME RAMALLAL

Para los puristas, hablar de A Roda, en el concello lucense de Barreiros, como el Stonehenge gallego sin duda es un exceso, pero a costa de ser inexacto quizás sea lo que mejor lo identifique y valorice para desentrañar su misterio. Hace 4.500 años los habitantes de las laderas de Santiago de Reinante se empeñaron en hacer unaobra que perdurase en el tiempo, empleando materiales que no usaban, como piedras, allanando el terreno, construyendo fosos… Así dieron forma a una estructura prehistórica circular limitada por un foso que abundan en las islas británicas, los henge, pero que fuera de ellas hasta ahora no habían sido identificados y estudiados en ningún otro lugar de Europa.

Cuando en el año 2006 se iniciaron los desmontes del tramo Barreiros-Reinante de la autovía del Cantábrico se sabía del yacimiento de A Roda. Pero se pensaba que era un castro más. Lo que ocurrió es que estaba mal localizado en los planos y las excavadoras se toparon con los muros circulares. Los arqueólogos que supervisaban los trabajos pronto se dieron cuenta de que algo no cuadraba: las cerámicas eran muy anteriores a la época castreñay la estructura era demasiado pequeña para ser un castro. El trazado de la autovía fue modificado y ahora el yacimiento se conserva en una parcela que pertenece al Ministerio de Fomento.

Desde hace dos semanas, un equipo de arqueólogos de la Dirección Xeral de Patrimonio trabaja en el lugar. Sus conclusiones avalan la singularidad de A Roda como un henge, con unos 50 metros de diámetro y una antigüedad de entre 4.000 y 4.500 años ?el doble que los castros?, a la espera de ajustarla más con las pruebas del carbono 14. Aunque se sospecha que puede haber otro henge en el pueblo lucense de Coeses, no ha sido estudiado.

«Igual que en Galicia temos os castros por milleiros, os británicos teñen os henge, pero en Galicia e mesmo no resto de Europa non sabiamos de ningún outro», señala Andrés Bonilla, arqueólogo que trabaja estos días en A Roda. Lo trascendente radica en las hipótesis que se lanzan: «Temos moitas preguntas que facernos, porque fóra do ámbito das Illas Británicas non hai henges. Que relación había entre las Illas Británicas e Galicia na idade de bronce ou antes para que este xacemento apareza aquí?».

Un lugar de reunión para actos sociales, políticos o religiosos

¿Por qué construyeron el henge de A Roda? A falta de un estudio más minucioso, todo son hipótesis. Los arqueólogos que trabajaron en el yacimiento concluyeron que en el interior de la estructura no fue un lugar de acopio de objetos y que tampoco se construyeron viviendas, de modo que nadie lo habitó: «Pénsase que era un lugar onde se xuntaba a sociedade prehistórica para facer xuntanzas de tipo político, sociais e mesmo actos relixiosos», dice Bonilla. El yacimiento se conserva en condiciones de valorizar. El estudio de Patrimonio sentará las bases para ello. «A imaxe que vemos agora é moi deformada, pero eu penso que se podería recuperar porque é un sitio estruturalmente moi sinxelo: temos un muro de pedra, outro por dentro e os materiais, a terra, no medio», añade.

El henge de A Roda mide unos 50 metros de diámetro. Consta de un foso exterior de entre tres y cuatro metros de diámetro y uno de profundidad. El círculo está formado por dos muros, entre los cuales se depositó la tierra de foso, formando así el parapeto, que en su punto más alto probablemente alcanzase los tres metros. Se conserva la zona de entrada, de entre metro y medio y dos metros, orientada al noroeste. Junto a ella hay una piedra que podría ser uno de los menhires que delimitaban el acceso. Su ubicación probablemente no fuese casual, sino relacionada con la astronomía antigua, para marcar los ciclos de cultivos u otros fines. Un misterio más del henge de A Roda, que da lugar a todo tipo de especulaciones.