Una denuncia ciudadana devolvió ayer el recuerdo del fantasma del Prestige, aquel desastre medioambiental de proporciones gigantescas del que se cumplen trece años. La aparición de guantes, bolsas, botellas y otros artículos llenos de chapapote hicieron saltar las alarmas ayer en la playa de Coto, en Barreiros, donde se grababa el documental White waves, un trabajo sobre la labor que realizan surfistas en Europa contra la contaminación.

«Estabamos participando nunha actividade con voluntarios e ao comenzar a desenterrar unhas bolsas no sistema dunar da praia de Coto comezaron a saír restos de lixo. Estabamos explicando que ese era o antigo sistema antes da existencia da recollida de lixo actual e que entón era común atoparse con vertedoiros que foron selados. ¡Cal foi a nosa sorpresa cando abrimos a primeira bolsa e descubrimos chapapote! Botellas, luvas e outros residuos que se empregaban nas tarefas da limpeza do fuel do Prestige», explicaba ayer Óscar García, impulsor de la iniciativa medioambiental Coge 3 y miembro del club Augas Santas.

Lo primero que hicieron fue contactar con el alcalde de Barreiros, Alfonso Fuente. Mientras se investiga el origen de los vertidos, el Concello ya manifestó su colaboración y puso a disposición unha pala y un camión para desenterrar el basurero. Los trabajos podrían acometerse ya mañana, siempre que el tiempo y las mareas lo permitan y tras tener la preceptiva autorización de Costas, ya que la zona en la que hay que actuar es de su competencia. Fuente recordó ayer que en las proximidades de ese lugar ya se eliminó hace años otro basurero de cristales. Desde Coge 3 no descartan iniciar acciones legales contra la empresa a la que se le encomendó la limpieza y el tratamiento de los residuos del Prestige.