El último censo de población indica que en Barreiros están censados 2.970 vecinos. En ese municipio están construidas actualmente cerca de 4.400 viviendas, de las cuales más de 2.800 son segundas residencias. Tras el fiasco del bum urbanístico que convirtió a ese municipio de A Mariña en paradigma de la burbuja inmobiliaria, el mismo gobierno local que la alentó abre las puertas para que se construyan otras 2.000 viviendas. Si algún día se hiciesen, en Barreiros habría más del doble de casas que vecinos.

Alfonso Fuente, que accedió a la alcaldía de Barreiros con el PP, defiende la propuesta que su gobierno incluye en el plan urbanístico municipal que diseña el ayuntamiento para los próximos veinticinco años. ¿Necesita Barreiros más viviendas? El regidor cree que sí, porque «somos un Concello turístico» y, sobre todo porque, según dice, «case todas as construídas están vendidas». Por lo que declara, al primer edil le sobran argumentos: «As licenzas para construír estas 2.000 novas vivendas están concedidas dende hai tempo e poderán executarse cando queiran, se hai promotores interesados».

La realidad que describe Fuente Parga no la comparte un informe técnico de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio. El documento recuerda que el parque de viviendas de Barreiros aumentó un 120 % en la primera década de este siglo. Además de los más de 2.800 pisos que se usan como segunda residencia, cerca de 700 están oficialmente vacíos. Eso sin contar los esqueletos de edificios que salpican el paisaje litoral tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. La Xunta también corrige al alcalde porque, según atestigua, menos de la mitad de las 2.000 viviendas que proyecta en el plan urbanístico tienen licencia.

Como consecuencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, en Barreiros se vive una situación delicada. Hay promotores planteando reclamaciones de indemnizaciones millonarias a la Xunta por los edificios que no pudieron edificar, así como una petición del fiscal, que solicita para el alcalde dos años de cárcel y diez de inhabilitación por presunta prevaricación en la concesión de 45 licencias en el 2006. En ese año se visaron proyectos para construir más de 6.000 viviendas en ese municipio de la costa lucense. Atrás también quedan la suspensión de licencias que en el 2006 acordó la Xunta, paralizando más de 30 proyectos con unas 1.500 viviendas.

La realidad demuestra que Barreiros carece de las infraestructuras básicas necesarias (agua y alcantarillado) para su actual parque de viviendas. Y, una vez que los promotores dijeron que no podrían aportar fondos para hacerlas, no parece que vaya a contar con nuevas redes de agua o de saneamiento.