Al banquillo tras dejar la política

José Rojo y Eulogio Menéndez, fuera del Concello desde hace años, afrontan ahora demandas de prisión

J.A.barreiros / la voz, 02 de diciembre de 2015. 

Dejaron la política, pero su sombra les persigue y vuelve a poner sus nombres negro sobre blanco en la prensa. Eulogio Menéndez López y José Rojo aún tardarán en sacudirse esta parte de su pasado por la que deberán sentarse en el banquillo, tras las penas de cárcel que piden para ellos la fiscalía, por supuestos delitos de prevaricación urbanística.

Hay que irse muchos años atrás, al 2006, para recordar aquellos plenos en los que el urbanismo de Barreiros era el pan de cada día, en aquellas sesiones en las que en alguna ocasión desde las filas nacionalistas, con un cierto paternalismo, sin rudeza ni acritud, advertían a Eulogio Menéndez que, ya jubilado y a punto de dejar la política no debía prestarse tan alegremente a votar en la Comisión de Gobierno unas licencias que en el futuro le podrían acarrear graves consecuencias.

Nueve años después

Eulogio Menéndez dejó el consistorio en el 2007, tras dos décadas como concejal. Cartero de profesión, nueve años después le llega la imputación y deberá sentarse en el banquillo. Para él el fiscal pide dos años de cárcel y diez de inhabilitación. La misma pena que para el alcalde, Alfonso Fuente, y para los concejales José Manuel Gómez Puente y María Alina Rodríguez Díaz.

Eulogio Menéndez ya no formó parte de la corporación 2007-2011, en la que entró José Rojo. Entonces la política no era nueva para Rojo, ya que a pesar de su juventud antes había sido cabeza de lista y edil por el PSOE. En 2007 regresaba al Concello de Barreiros, esta vez en el gobierno, con el PP, como delegado de Economía y miembro de la Comisión de Gobierno que concedió una licencia por silencio administrativo. Pero hubo un error en el cálculo que reconoció y asumió la secretaria municipal, de modo que en una Comisión de Gobierno posterior la licencia fue anulada. Así, José Rojo y Lorenzo Penabad votaron primero a favor de dar la licencia y posteriormente a favor de anularla, siguiendo los informes técnicos. Por ese caso para ellos la fiscalía pide seis meses de cárcel y siete de inhabilitación. Rojo reconoce que al saber de la imputación se quedó poco menos que pasmado: «Votamos o que nos indicaron os técnicos. Despois a secretaria recoñece no xulgado que foi por un erro dela, polo que despois anulamos a licenza, e con todo impútanos igual…».

Alcaldable a los 25 años

Rojo no reniega de su tumultuosa participación en la política. En 1999 el PSOE lo presentó en Barreiros como el posible alcalde más joven de la historia del concello. Tenía 25 años, figuró como independiente y con él a la cabeza el PSOE lograría en esas elecciones dos concejales. En 2001 Rojo dejaría la portavocía en su segundo, Benito Longarela, para atender sus obligaciones laborales. En 2007 se presentaría con el PP, con quien repetiría en los siguientes comicios para finalmente dimitir en diciembre de 2012, tras cinco años en la corporación, argumentando motivos personales y laborales. No obstante, su sintonía con el alcalde no era entonces la mejor de las posibles.

Defiende su proceder

«A verdade é que todo este asunto fastidia moito. Non por min, senón pola familia, porque se preocupan e tes que poñerte a dar explicacións, e sempre é un mal trago para eles. Eu recibín chamadas ata de Dinamarca, porque viron o meu nome circulando pola Rede. Todo porque votamos unha licenza como nos indicaron os técnicos, e como recoñeceron o seu erro, despois anulámola tamén seguindo os seus informes. De non facer así estariamos prevaricando. Explicouse todo, o recoñeceu a secretaria, pero foi igual… impútannos

», señaló Rojo.

Ante su nueva situación dice estar tranquilo, pero no oculta el mal trago que está pasando. Con todo, no renuncia a su paso por la política: «Sempre é algo enriquecedor. Entras con ilusión neste mundo, para facer cousas positivas. Pero ao final, o que está calando na xente, é a imaxe negativa dos políticos».

el urbanismo de barreiros, a juicio

«Isto fastidia moito; non por min, senón pola familia, porque se preocupan e tes que dar explicacións de como actuaches e tranquilizala»

«Recibín moitas chamadas de amigos… ata de Dinamarca»

José Rojo