Pallarega. O Casal. O Vilar. A Granxa. Pazos. Son topónimos que hablan de vida, pero las poblaciones que nombran ya la han perdido. Son algunas de las aldeas de A Mariña que no tienen residentes censados. Hay 212, según el nomenclátor estadístico publicado por el Instituto Galego de Estatística (IGE), 52 más que en 2017, y de ellas 90 se localizan en dos municipios del Occidente mariñano, Ourol y Viveiro.

Ourol, con sus 984 habitantes a 1 de enero de 2021, suma 49 aldeas sin residentes: O Cabezón, A Cereixiña, Ambosores, Outeiro, A Ferraxosa, O Coto, Cabalar, A Ponte de Betanzos, O Carrusco, A Igrexa, O Muíl, Penagateira, A Viga, O Apartado, O Couce Gordo, A Maciñeira, O Merán, O Pombeiro, O Portal, A Torre, Agros Chaos, A Bóveda, Cabo de Vila, A Casa Vella, Ferreira, A Igrexa, O Pouso, O Rego Cavado, Santa Mariña, O Zapateiro, Abeledo, Campo de Seixo, O Candedo, Canto de Arriba, Os Carballás, O Cochón, O Chao das Medas, Requeixo, Río de Ourol, Sobrado, Sucamiño, Tralasbouzas, As Ucheiras, Couce, O Couce de Paredes, Silvoso, A Garita, Pazos e A Roca. Son una más que en 2017, pero cinco más que en 2012.

Le sigue Viveiro, municipio limítrofe y paradójicamente el más poblado de A Mariña lucense (15.312 habitantes). Acumula 41 aldeas vacías, once más que en 2012. Si se tiene en cuenta que, con 23 unidades, O Vicedo —que limita con Ourol y con el ayuntamiento viveirense— es el cuarto concello mariñano con más núcleos de población sin residentes, se constata que la parte más occidental de la comarca tiene un agujero poblacional. Los tres términos municipales concentran 113 de los 212 lugares mariñanos (el 53,3 %) donde ha ganado el silencio.

O Valadouro (1.960 habitantes) cuenta con 30 antiguos núcleos de población que a inicios de 2021 no tenían ningún residente: son nueve más que en la misma estadística del año 2017. Trabada, otro municipio aquejado por la despoblación, tiene 19.

Desde 2017, los núcleos sin residentes se han triplicado en Ribadeo: pasan de cinco a 15 (A Ponte, Acevedo, Barreiros, Liñeiro, O Barrio da Campana, A Preixoana, A Avesada, O Río de Ramos, Os Malatos, A Fonte, A Manzana, A Requeixada, A Lodeira y A Granxa). En Alfoz hay doce aldeas vacías, seis veces más que en el nomenclátor de 2012, que incluía únicamente las localidades de A Campela y A Rúa.

Mondoñedo tiene seis aldeas vacías: son A Beira do Río, Padriñán, Gontariz, Pedroso, O Pacio y O Vilar. El IGE recuenta cinco lugares sin residentes en Cervo: son Lagás, Aquela Banda, A Estibada, A Madanela y A Louza. Y en Foz hay cuatro: As Abelairas, O Castro, Trasmonte y Fontao. Otros cuatro localiza la estadística en Xove: San Salvador, Soutevello, Pazos y A Rocha.

A pesar de su dispersión poblacional, solo hay tres antiguos núcleos de población sin residentes en A Pontenova: Río de Campos, A Veiga da Pada y A Insua. En Lourenzá está San Fiz.

Solo dos municipios mariñanos —ambos costeros— tienen residentes censados en todas sus entidades poblacionales. Uno es Barreiros, a pesar de tener dadas de alta unas noventa. El otro es Burela, con sus 9.428 habitantes en un único núcleo.

Otras 110 poblaciones de la comarca tienen un solo residente

Si A Mariña tiene 212 aldeas vacías, hay otras 110 en riesgo extremo de desaparición. Son las poblaciones con un único residente.

Ourol tiene 26: A Carcallosa, Santar, A Beira da Fraga, A Barcia, Campodaira, A Lagoa, Arrexoá, O Cotillón, A Pallarega, O Pereiro, A Picheira, O Teixeiro, Vila Vella, A Revolta, Os Carballás, Curral Chao, Xestido, A Meá, Cernado, Ourol, O Viso, A Rega, A Ponte da Torre, As Rabiñas, O Rego das Varas y Silvide. En Viveiro: Os Barreiros, Fondaía, A Rozada, A Lama, Os Loureiros, Allares, Palmeira, Barreiros de Abaixo, O Acido, A Devesa, A Rega, A Arredoada, A Tafona, O Vasoiral, Seixas, Galea y O Río.

En Alfoz, son O Castiñeiro, Ponte do Vao, O Señorío, A Igrexa, O Pazo, A Rúa de Escourido, Boudón, O Coto y A Palloza. En Barreiros, As Fachas. En Cervo, A Nogueira. En Foz, A Rega. En Xove, As Cancelas, A Lagoela y Cabo de Vila. En Lourenzá, Adellao, A Currada, A Lavandeira y A Polida. En Mondoñedo, O Vilar, A Valiña, A Casavella y Suaigrexa.

En A Pontenova son Mousende, Saldoira, A Folgueirúa y As Selas. En Ribadeo Chao de Ove, Seixadelo y Moural. En O Vicedo As Bouzas, O Carballal, A Igrexa, Lagoela, O Xurbal, Chelo, A Fonte, Marcos, As Mangas, O Abelaedo, Regaedo y A Tarroeira.

En Trabada Rego do Galo, Sueiro, A Cachopa, O Carballo, O Chao dos Nabais, Espín, Fontán, As Lóngaras, O Pacio, A Pereira Parda y O Real.

En O Valadouro son Arnela, Porto do Río, A Cazcalleira, Suaigrexa, Vilaestremil, Vilares, A Igrexa, A Pena, A Estibada, Puñín, Bardolleiras, As Curuxeiras, Soutiño y Campo Pequeno.

Ocho localidades aglutinan al 54 % de los mariñanos

El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez Barcia, alertaba en 2019 de que la capital municipal concentraba el 70 % de los residentes del municipio: el rural se desangraba. El nomenclátor municipal publicado por el IGE permite comprobar como la población de A Mariña se concentra en las localidades más pobladas: ocho núcleos urbanos aglutinan el 54 % de los habitantes censados en la comarca.

A 1 de enero de 2021, A Mariña tenía 70.383 residentes, de los que 37.398 vivían en Viveiro (7.526), Covas (3.361), Celeiro (1.516), San Cibrao (2.026), Burela (9.428), Foz (5.452), Ribadeo (6.922) o Mondoñedo (1.707). La siguiente localidad en población es Xove (1.472 habitantes).

En el municipio ribadense, efectivamente el 70,12 % de los residentes viven en la capital municipal. En el concello viveirense, el 81 % de los censados reside en alguno de los tres principales núcleos urbanos.

En Vilanova de Lourenzá residen 920 personas; en Ferreira do Valadouro, 863 (el 44 % de los habitantes totales del municipio); en O Vicedo, 763 (el 46 % del global municipal) y en A Pontenova, 696.

La dispersión poblacional es llamativa en Ourol, donde la capital municipal es el núcleo más poblado con 45 residentes.