Los juzgados por agredir a 2 guardias en Barreiros se amparan en el arrebato sufrido al ver matar a su can

Los juzgados por agredir a 2 guardias en Barreiros se amparan en el arrebato sufrido al ver matar a su can

El caso quedó visto para sentencia ayer en el Juzgado de lo Penal Nº 1 de Lugo

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XAIME RAMALLAL
VIVEIRO / LA VOZ 

En el Juzgado de lo Penal Nº 1 de Lugo quedó ayer visto para sentencia el juicio contra dos hombres acusados de sendos delitos de atentado por las agresiones e insultos dirigidos a dos guardias civiles que acudieron a la zona del área recreativa de Santo Estevo do Ermo (Barreiros), cuando fue requerida su presencia por una persona que paseaba por el lugar y vio que dos perros de raza rottweiler y dóberman, propiedad de uno de los acusados, merodeaban sueltos por el lugar, mostrando una actitud agresiva hacia los excursionistas. Esta actitud de los perros, unido a la «forma displicente» en la que, según la Fiscalía, actuó el propietario para llamarlos, fue lo que decidió al particular a avisar a la Guardia Civil.

El asunto empeora cuando, al acudir los guardias, uno de ellos desenfundó el arma y mató al rottweiler. Según explicaron ayer durante la vista, en la que fueron representados por la abogada de AUGC Cristina Pérez y por un abogado del Estado, no les quedó otra alternativa, dado que el perro se abalanzaba sobre ellos. Y es en el arrebato sufrido a causa de este hecho, al ver la muerte del perro, en el que de alguna manera se amparan los acusados para justificar su actitud agresiva hacia los agentes. El guardia que disparó y fue, según la acusación, agredido por el dueño de los perros, sufrió policontusiones y una herida en un dedo pulgar de las que tardó en curar 45 días (diez de ellos impeditivos para trabajar). El otro agente fue mordido por el otro perro y sufrió empujones por parte del otro acusado.

La Fiscalía pide dos años y medio de prisión para el dueño de los perros y el pago de sendas indemnizaciones de 3.692 y 3.444 euros a los agentes. Para el otro pide dos años y 300 euros.

Los emigrantes sufragaron otros en Viveiro, Cervo, Ribadeo, Trabada, Barreiros y Mondoñedo

Los emigrantes sufragaron otros en Viveiro, Cervo, Ribadeo, Trabada, Barreiros y Mondoñedo

Además del de Xerdiz, en A Mariña hay varios cementerios construidos con financiación privada de emigrantes o de sus sociedades.

El de Magazos (Viveiro) se levantó mediante una cuestación que tuvo en Antonio Pernas, un emigrante enriquecido en Cuba, su promotor y principal donante.

En San Román de Vilaestrofe (Cervo), una placa de 1927 dice que el camposanto y su capilla, dedicada a la Virgen del Carmen, fue «construido a expensas de las damas argentinas Lucía Canosa y Argentina Conti», esposas de los filántropos locales Manuel Candia y José Alvarez, respectivamente.

El hacendado del tabaco, Inocencio Aguiar, regaló el cementerio y la iglesia de Rinlo y el indiano, luego alcalde de Ribadeo, José Acevedo Martínez, contribuyó decisivamente a la edificación del de A Devesa.

En la capital municipal fueron los hermanos Pedro y Juan Moreno Ulloa, enriquecidos en Puán (Argentina) con negocios de ganadería, los que facilitaron terrenos para el camposanto y construyeron su capilla y cierre. El Concello los declaró Hijos Predilectos en 1932.

El cementerio de Trabada fue levantado en 1918 -según Chemi Lombardero en La huella de la emigración a América– con aportaciones de Manuel Martínez Moíño y su esposa Inocencia Rego (1.250 pesetas), Jesús Romeu Moíño (500) y José Mª Valea Maseda (500). Y el de Benquerencia (Barreiros) en 1920 gracias a las 3.500 pesetas concedidas por Ramón Larrea, rico propietario de Cuba.

Hijos de Mondoñedo en Argentina costeó en 1921 el mausoleo de Leiras Pulpeiro y los mindonienses en América aportaron las placas de las tumbas de Leiras y Pascual Veiga en 1925.